¿Nos sinceramos? Limpiar la cocina y, especialmente, la campana extractora da mucha pereza. Y en el caso de algunas casas, además de pereza da mucho asco. Y es que en determinados hogares, el momento de limpiar la campana extractora llega cuando ésta empieza a gotear grasa o algo peor.
Esto es absolutamente verídico pero tu vecina Merche, la que siempre presume de ser “mu limpia”, jamás lo reconocerá. Ahora, deberías sospechar cuando jamás te ha dejado entrar en su cocina. Eso y no volver a comer nada que ella misma haya cocinado.
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Volviendo al mundo limpieza, la campana extractora puede llegar a ser un absoluto infierno. Es complicada de acceder, tiene mil rincones, aparece suciedad donde ni podías imaginar y, lo peor de todo, siempre quedan chorretones y restos. ¿Siempre? No, siempre no, al menos mientras nos tengas a nosotros para echarte una mano (metafóricamente hablando porque no vamos a tocar tu campana).
Foto: Pexels – Cottonbro Studio
Y hablando de suciedad, si te cansa y repugna recoger las bombas que deja tu perro, este recogedor de excrementos de Lidl es una absoluta maravilla. Y a muy buen precio.
El truco definitivo para limpiar tu campana extractora
Lo complicado de la campana extractora es que no parece estar muy sucia. La realidad es que, en una semana, la guarrería la desborda. Y eso es impepinable porque cada vez que cocines, el vapor, la grasa y los efluvios pasan por ella.
Una solución pasa por comprar productos específicos para este electrodoméstico. Ahora, por poner un ejemplo conocido, el Quitagrasas KH-7 te vale casi 4 euros. Puede que no sea mucho pero más barato todavía te va a salir usar esa botella de ginebra que tiene más años que tus hijos y que aún tiene la etiqueta del precio… ¡en pesetas!
Foto: Pexels – Luke Barky
Sí, la ginebra es el producto que dejará tu campana extractora más limpia que el palacio de un jeque. Y no tienes que mezclarla con tónica, con limón, ni con hielo, ginebra a palo seco sobre una bayeta y a limpiar. Verás que la suciedad sale como por arte de magia, rápida y fácilmente, por lo que deberías comprar otra botella (de la ginebra más barata) para futuras limpiezas.
¿Y si no tengo ginebra?
Ojo, no vale el whisky, tampoco el ron y, por supuesto, el vodka de colores o el Jägermeister ni acercarlos a tu cocina. Si no tienes ginebra, no te preocupes, porque hay otra alternativa casera igual de eficaz que, eso sí, requiere combinar dos elementos. A lo Panoramix.
Tan solo debes mezclar media una taza de vinagre con otra taza de bicarbonato de sodio, mezclarlo y usar el pringue para limpiar la campana extractora y los filtros de la misma. Aplícalo con una bayeta y deja que actúe durante 90 minutos. Pasado el tiempo, enjuágalo con agua y verás que el resultado es tremendo, tu campana parecerá nueva.
Foto: Pexels – Max Rahubovskiy
Eso sí, las bayetas tíralas directamente y deja abierta la ventana de la cocina para que se vaya el olor a vinagre. Es un precio ínfimo a pagar por tener una campana impoluta, no como Merche, la del 5º B.