¿Sabías que tú mismo puedes hacer la instalación del suelo laminado? De esta manera, puedes ahorrarte un dinero estupendo y verás que no es nada complicado si sigues este paso a paso.
Los suelos laminados se han convertido en una opción de lo más interesante, ya sea que estemos hablando de un hogar o de la oficina. Dan un aspecto cálido al suelo del inmueble y, a diferencia de otras opciones, es económico sin perder resistencia. Además, el hecho de que haya tanta variedad en el mercado, permite que uno pueda encontrar con facilidad el acabado idóneo y que sea un elemento también decorativo.
Otro punto interesante de este tipo de suelo es que lo puedes instalar tú mismo. Sí, es una realidad que te va a llevar tiempo y que va a requerir un poco de paciencia, pero puedes ahorrarte el gasto de contratar a un profesional y dedicar ese presupuesto a seguir mejorando tu hogar.
Materiales que vas a necesitar
- Capa de aislamiento
- Suelo laminado
- Rodapié
- Cinta métrica
- Adhesivo
- Cinta americana
- Sierra de corte
- Lápiz
- Nivel de burbuja
Cómo hacerlo
Una vez que ya has quitado el rodapié anterior, que has comprobado que el suelo está bien nivelado y está limpio, llega el momento de colocar la capa de aislamiento. Ésta se coloca en la zona inferior para amortiguar y reducir el sonido de los pasos, así como de los impactos, a la par que también será un aislante de temperatura y de humedad.
Es tan fácil como desenrollar la capa y colocarla a lo largo del suelo de la estancia, para que no se mueva, solo tienes que fijarla en los bordes con un poco de cinta americana. Si tienes que unir distintas capas, tienes que colocarlas una junto a la otra, sin que lleguen a solaparse, y las fijas con la cinta.
Marco de la puerta. A la hora de poner el suelo laminado es frecuente que tengas que rebajar el marco de la puerta, pues va a subir unos centímetros. Así que vamos a comenzar por aquí. Solo tienes que poner una de las láminas junto al marco, con un lápiz señalas la altura y con la sierra de calar -y con mucha maña y cuidado- cortas. Lo ideal es que sea un corte preciso para que sea imperceptible a simple vista.
En cuanto a la puerta, también es posible que tengas que cepillarla pues la altura del suelo habrá subido. Esto puedes hacerlo al final, cuando ya lo tengas todo listo solo tienes que volver a encajar la puerta y comprobar si realmente roza.
Coloca el suelo. Llega el momento de comenzar a colocar las láminas. Para ello, antes de empezar, ten en cuenta cuál es el diseño de suelo que quieres crear y orienta las lamas en esa dirección. Para empezar a colocarlas comienza por la esquina más visible de la estancia.
Cuando llegues al final, mide la pieza y corta para llenar el hueco faltante.
Rodapié. Una vez que ya tengas todo el suelo colocado, llega el momento de instalar el rodapié. Solo tienes que pegarlo con cola por todo el perímetro de la estancia. ¿Prefieres clavarlo? también es posible, solo que te llevará más tiempo y harás agujeros. La recomendación de los expertos es que empieces esta tarea desde la puerta.
El toque final es el más sencillo de todos. Solo tienes que limpiar bien el suelo para que ya lo tengas todo listo para regresar los muebles que has movido, o empezar a decorar la habitación.
¡Así de fácil es poner tu propio suelo laminado!
