Los muebles de ratán son una de las tendencias más sostenibles y de calidad en muebles de jardín, aunque también los podéis utilizar perfectamente para el mobiliario de interior. En este artículo queremos contarte cuáles son las ventajas que aportan y cómo puedes cuidarlos para disfrutar de ellos durante mucho más tiempo.
¿Qué es el ratán?
El ratán puede generar mucha confusión si no se le conoce. Lo primero es tener claro que no se trata de madera, si no que es una fibra exótica; lo siguiente es saber que no es mimbre, si no que procede de palmeras trepadoras que crecen en bosques tropicales de Asia mayormente, de las que hay 600 especies distintas. Este material se caracteriza por ser muy delgado y espinoso, con el que se puede trabajar de manera artesanal para conseguir todo tipo de objetos, desde muebles a cestas y accesorios.
Los interioristas y decoradores suelen escoger el ratán para crear espacios ligeros y de belleza natural. Además, aseguran que si se opta por unos muebles de calidad podréis disfrutar de ellos durante décadas, pues son muy resistentes y solo requieren de un poco de mantenimiento.
¿Ratán para interior o exterior?
Los muebles de ratán 100% naturales se pueden usar tanto en el interior como en el exterior pero, si quieres que te dure mucho más tiempo, opta por ubicar estos muebles en terrazas cubiertas o en zonas de interior. Las inclemencias del tiempo y una exposición larga al sol va a reducir su durabilidad.
Si lo que buscas es algo para el exterior y que sea muy duradero pero sin perder las características tan cálidas que aporta esta fibra, tu opción es optar por ratán sintético. Es un material más resistente aunque también requiere de unos cuidados, aunque sean mínimos.
¿Cómo limpiar el ratán?
- Si se trata de un ratán natural habrá que limpiarlo con un baño seco o con el aspirador regularmente. Si necesitas limpiarlo con agua, será importante humedecer un baño (puedes hacer una mezcla de agua con un jabón neutro), escurres bien el trapo para que no haya un exceso de humedad y limpias la zona.
- En el caso del ratán sintético podrás limpiarlo de vez en cuando con un pañito húmedo.
- En ambos casos, si hay hendiduras en el mueble que son difíciles de limpiar con un baño, un truco es limpiarlos con un cepillo de dientes. Verás que el resultado es súper rápido y queda muy bien.
Para aquellos que tengáis algún mueble de ratán natural o algún objeto decorativo que veáis que puede romperse podéis limpiarlo con aceite de linaza y un paño seco. Tan sencillo como limpiar con cuidado, esperar unos minutos y después retiras el aceite sobrante.
¿Qué ventajas aporta a la decoración?
Si queréis crear un espacio acogedor, tanto en el exterior de vuestra casa como en el interior, el ratán es una opción maravillosa. Su aspecto exótico, el color de sus fibras, el trenzado artesanal y tan antiguo, logran que cualquier espacio sea un lugar para relajarse, estéticamente muy bonito y que, además, podéis personalizarlo todavía más con cojines y textiles que le darán vuestra firma personal.
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