Todos hemos intentado alguna vez quitar el pegamento que queda tras retirar las etiquetas adheridas al cristal. Algunos nunca lo consiguieron… Pero eso es porque visitan poco Espaciohogar.
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Normalmente, cuando compras una vajilla o un jarrón de cristal, vienen acompañados de la etiqueta con su precio y eliminarla del todo cuesta lo suyo.
Pero que se vea el precio es de tan poca decencia y buen gusto y los restos de pegamento dan tan mala imagen que es una misión tan costosa como necesaria.
Sabemos que puede ser una tarea desesperante… Por eso, te dejamos unos cuántos trucos y consejos para que quitar el pegamento del cristal sea “coser y cantar” y, así, solo tengas que centrarte en cómo disfrutar y presumir de tu nueva y resplandeciente cristalería.
Y, todo ello, sin necesidad de salir de casa, pues tienes las mejores soluciones más cerca de lo que parece.
Nunca hagas esto
Si quieres que tu flamante cristalería luzca como nueva, por lo menos en el día de su estreno, lo primero y más importante es evitar rascar el cristal.
De modo que no puedes utilizar ningún objeto metálico, porque puede este producir un arañazo en el cristal y eso sí que no hay Dios que lo quite.
Así que lo que deberías utilizar son materiales más blandos, como tus propias uñas o una espátula de plástico o de madera. Si no tienes uñas ni espátulas, seguramente tengas a mano una tarjeta de crédito y puedes valerte de ella.
¡Cuidado! También deberás evitar ejercer demasiada presión sobre el cristal, si no quieres que se te rompa y te produzca cortes en las manos.
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¿Cómo quitar el pegamento del cristal cuando lo anterior no ha funcionado del todo?
Cuando la etiqueta lleva demasiado tiempo pegada en el cristal, resulta más difícil desprenderse de todos los restos de pegamento.
Si te encuentras en este caso, también te dejamos algunos trucos tan eficaces como sorprendentes que te facilitarán la tarea.
Quitar el pegamento del cristal con un paño caliente
El calor suele ser mal compañero para el pegamento.
Si el pegamento se te resiste, solo necesitas un paño, agua caliente y un poco de jabón.
Una vez hayas empapado aquel con la mezcla de estos, deberás colocarlo sobre la etiqueta entre 5 y 10 minutos, transcurridos los cuales será mucho más fácil retirar el adhesivo con tus propias uñas o utilizando una espátula o tarjeta.
Quitar el pegamento del cristal con mantequilla, aceite o vinagre
Por la boca muere el pez y el pegamento también.
Si no tienes agua caliente y jabón, pero sí algo de mantequilla, aceite de oliva o girasol o vinagre blanco, puede ayudar a ablandar el adhesivo que untes un poco de estos sobre la etiqueta y lo dejes reposar entre 5 y 10 minutos.
Ya que estás en la cocina, aprovecha ese tiempo para tomarte un aperitivo. Así se te hará más amena la espera.
Y, una vez haya hecho el mejunje sus mágicos efectos, lo retiras con una toallita de papel mojada en agua caliente y jabón, para después terminar de deshacerte de los restos del pegamento con tus uñas o una espátula.
Quitar el pegamento del cristal utilizando un secador
Si todo lo anterior ha fallado… ¡No te rindas!
El siguiente paso que puedes hacer es combinar con la humedad de la pegatina con el chorro del aire caliente que emite un secador del pelo o de un vaporizador de ropa.
Eso sí… ¡Quita las manos! Así, evitarás las quemaduras.
En todo caso, no te libras de raspar, pero procura hacerlo cuando la superficie esté aún caliente o tendrás que volver a repetir todo el proceso.
Quitar el pegamento del cristal con disolventes
Cuando ya no veas el final del túnel, pero no exista nada más que tu y el pegamento en el universo, solo puede quedar uno.
Pero tranquilo, porque todavía hay armas más fuertes que pueden llevarte en volandas hasta la victoria: los disolventes.
Seguro que tendrás por casa algo de aguarrás, alcohol o acetona.
Aunque el truco definitivo pueda sonar algo más radical, también es más suave. Solo tienes que mojar una toallita de papel en estos líquidos y frotar apaciblemente hasta que el pegamento se rinda sin condiciones.
¡Ojo! Porque los disolventes son potencialmente tóxicos al ser inhalados o ingeridos, o simplemente por contacto. De modo que deberás utilizar guantes de plástico y mascarilla con filtros, si lo especifican las instrucciones. También son altamente inflamables, por lo que deberás evitar fumar cerca de ellos y alejarte del fuego.
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